William Regal, luchador y ex mánager general de Raw (una de las marcas de la World Wrestling Entertainment) desliza una primera sentencia lapidaria: "Todo está envuelto en un guión". El 'pressing catch' es, pues, algo así como una serie de televisión en la que la lucha es el hilo argumental. De hecho, lo asume incluso el vicepresidente ejecutivo de la compañía, Shane McMahon. "Somos una telenovela de acción y aventuras. La gente sabe que es mentira pero lo ve y le absorbe, lo disfruta y en ese tiempo se olvida de todo lo demás".
¿Y qué hay de los niños, su principal público potencial? "La gente sabe que es un papel. Igual los niños sí confunden. Pero si mis hijos se quieren dedicar, les apoyaré, porque siempre hay que potenciar los sueños", responde Chris Jericho, que mañana en el evento Wrestlemania 25 (que se celebrará en Houston) se encarará con el actor Mickey Rourke. "El producto que ofrecemos, más que lucha, es entretenimiento. Y de eso estamos orgullosos", defiende McMahon.
La historia de la WWE, de moda en España actualmente y a principios de los 90, tiene un largo y continuado historial en Estados Unidos. Y también ha progresado el modo en que se lucha. Lo explica Ricky Stemboat, luchador entre 1976 y 1994, y que desde hoy forma parte del 'Hall of Fame' de la lucha libre norteamericana: "En mi época comenzamos a hacer acrobacias. Eso elevó la lucha a otro nivel. Ahora, estrellas como Rey Mysterio siguen esa senda. Pero lo que busca la WWE es variedad, es decir, tener habilidades y saber conectar al mismo tiempo. El número uno en aunar todo eso es John Cena".
"El gran reto es conectar con el público. El 90 por ciento de los luchadores que suben a un ring quizá no tienen esa habilidad. De hecho, la parte física es la más sencilla", reconoce Regal. Para otros, como Triple H, es cuestión de autocontrol: "Cuando ves un estadio con 70.000 personas sientes ansiedad. Pero nunca he experimentado miedo. Una vez subo al ring trato de controlar mis emociones". "Eso sí -matiza- algunos consideran esto un simple trabajo, un negocio. Para mí, sin embargo, la lucha lo es todo. Mi vida".
"Además, la lucha libre te permite el hecho de no ser famoso fuera de ese círculo. A mí me va bien... Porque suelo meterme en problemas en algunos bares", abunda Regal, a quien Stemboat pone un contrapunto más serio: "Me molesta que se nos critique, porque he visto lesiones graves de muchos compañeros. ¿Qué tiene de falso el que un luchador se lance al suelo desde lo alto del ring? Hay cosas indiscutibles en nuestro trabajo", cierra esta leyenda del 'pressing catch'.
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